_La androginia en Sor Juana
Una de los temas claves que se puede atribuir al Primero sueño es la relación entre el cuerpo, el alma y el género. Teorías más recientes sobre el género, como las de Judith Butler, intentan demostrar que el cuerpo es discursivo. (Fiol-Matta, 345). No es una entidad fija, sino multiforme y siempre cambiando, y rechaza los conceptos binarios del género. Al analizar el poema desde esta perspectiva, entendemos cómo Sor Juana usa el género andrógino para crear un espacio libre de las limitaciones de la mujer.
El alma, pues, suspensa del exterior gobierno, en que ocupada en material empleo, o bien o mal da el día por gastado, solamente dispensa remota, si del todo separada no, a los de muerte temporal opresos lánguidos miembros, sosegados huesos, los gajes del calor vegetativo, el cuerpo siendo, en sosegada calma, un cadáver con alma, muerto a la vida y a la muerte vivo, de lo segundo dando tardas señas el del reloj humano vital volante que, si no con mano, con arterial concierto, unas pequeñas muestras, pulsando, manifiesta lento de su bien regulado movimiento. 195-209 | En varias ocasiones Sor Juana se refiere a si misma como un alma sin género, y ve su propio cuerpo sólo como el espacio donde queda su alma. Esta misma noción se ve claramente en Primero sueño. En su tratamiento del alma como un personaje en el poema, el alma adquire su propio subjetividad, creando un espacio de indiferencia sexual en el poema. El alma, sin tener que asociarse ni con lo masculino ni con lo femenino, puede explorar y buscar el conocimiento sin limitaciones (Fiol-Matta, 247).
Al analizar el rol de la androginia desde este aspecto, se puede ver su aplicación en las obras de Sor Juana como un acto liberador. Uno de los aspectos más relevantes y claves en el poema es la exploración de los límites del conocimiento humano. En Primero sueño, el alma funciona como un personaje libre que explora el mundo entre el microcosmos y el macrocosmos, la cual es una acción que no fue una posibilidad para un sujeto estrictamente femenino. Esta trascendencia de los límites del conocimiento se relaciona con la trascendencia del género en el poema, y los dos son experiencias temporales. |
Hermaphrodite, del libro Splendor Solis
Se puede decir que ella mantiene una noción neoplatónica del alma sin género, la cual aparece por varias otras obras de ella, y también en su Romance 48 (347).
Respondiendo a un Caballero del Perú, que le envió unos Barros diciéndole que se volviese hombre
Yo no entiendo de esas cosas;
sólo sé que aquí me vine
porque, si es que soy mujer,
ninguno lo verifique.
Y también sé que, en latín,
sólo a las casadas dicen
uxór, o mujer, y que
es común de dos lo Virgen.
Con que a mí no es bien mirado
que como a mujer me miren,
pues no soy mujer que a alguno
de mujer pueda servirle;
y sólo sé que mi cuerpo,
sin que a uno u otro se incline,
es neutro, o abstracto, cuanto
sólo el Alma deposite.
-Romance 48
Respondiendo a un Caballero del Perú, que le envió unos Barros diciéndole que se volviese hombre
Yo no entiendo de esas cosas;
sólo sé que aquí me vine
porque, si es que soy mujer,
ninguno lo verifique.
Y también sé que, en latín,
sólo a las casadas dicen
uxór, o mujer, y que
es común de dos lo Virgen.
Con que a mí no es bien mirado
que como a mujer me miren,
pues no soy mujer que a alguno
de mujer pueda servirle;
y sólo sé que mi cuerpo,
sin que a uno u otro se incline,
es neutro, o abstracto, cuanto
sólo el Alma deposite.
-Romance 48
el Mundo iluminado, y yo despierta"
The Triple Hecate, William Blake, 1675
Queda importante notar que el alma no tiene ninguna marca del género hasta las líneas finales: "el Mundo iluminado, y yo despierta". La aparición de la voz femenina se conecta con la acción de despertar del sueño. Al enfocar en la necesidad de la separación del cuerpo y el alma, se puede decir que el acto de despertar representa el fracaso de la búsqueda del conocimiento en el poema. La aparición de la voz femenina de pronto en las líneas finales demuestra la aceptación de una visión fija de la mujer en el mundo actual del siglo XVII. Justo como la realidad tiene limitaciones, el cuerpo femenino también tiene limitaciones. La terminación del sueño representa la imposibilidad de explorar el mundo del conocimiento en estas mismas maneras en el mundo real.